lunes, 8 de octubre de 2012

Asesinato orgánico de un paradigma

Asesinato orgánico de un paradigma

Nature Morte. Charles Sandison.

Luz y soporte arquitectónico. Es lo que necesita la creación virtual de Charles Sandison para generar un bosque de criaturas programadas por ordenador. Criaturas inmateriales, entonces muertas, que luchan por vivir mediante los procesos evolutivos orgánicos. En estrecha relación a la evolución humana del intelecto, abstracta, el lenguaje evoluciona como medio de conocimiento del mundo.

Sandison propone con sus obras autogenerativas una redefinición del lenguaje al que afecta en su existencia conceptual. Dispone una serie de plataformas virtuales que, basándose en la palabra y los signos como células de un organismo en evolución, tienen la principal repercusión de eliminar éstos como códigos de información inteligible, al menos de una manera convencional. “Nature morte”  juega con las percepciones del espectador al presentar como organismo vivo algo completamente inmaterial. Introduce el mundo virtual y ésta es la apertura al uso de un nuevo lenguaje autogenerativo.

Estos sistemas virtuales orgánicos introducen una estética por acumulación o evolución relacional de los caracteres que, además de una aleatoriedad generadora de formas, reestructura el papel del significado y el significante. Estudia los límites de los lenguajes de imagen y todo lo que conlleva en relación a la palabra que, desestructurada o reestructurada, pierde un sentido lógico y gana uno nuevo dentro de un sistema orgánico. La oración, palabra, letra asumen una funcionalidad más allá del fin comunicativo. Son partículas básicas de soporte y generación, no de expresión significativa, en  este cuerpo, limitado, que cambia y evoluciona, dando resultados infinitos negando así la existencia de un paradigma. La palabra es dotada de vida como parte de un todo e individualmente debe ser entendida no por su significado asignado sino por contexto, forma, lógica, presentación,…

Obtiene, en su difusión, un papel protagonista de la obra la elección del proyector frente al soporte enclaustrado. Es inherente al propio medio, en uno y otro, el establecer unos límites tanto físicos como inmateriales, sin embargo una proyección hace uso de los límites difusos; habla de adaptabilidad y organicismo. Es decir, se está generando espacio. Estrechamente ligado a la arquitectura del lugar, está introduciendo el espacio en el organismo “vivo”, y por ende al espectador como parte constituyente de la habitabilidad espacial.

Importante se vuelve también la idea de espacio físico, “real”, cuando aparece ligado a la bidimensionalidad propia de la computación gráfica y el lenguaje de los signos, para tratarla de una forma casi volumétrica, como una estructura inmaterial. Estructura que se presenta de forma casi tangible para el espectador que es susceptible de ser el soporte material del microcosmos orgánico.

Así, de forma sugerente Sandison replantea los límites del entendimiento humano fundamentado en el lenguaje escrito, como interfaz imprescindible, y su evolución conceptual. En un organismo que, como todo lenguaje, se reinventa y evoluciona y no hace sino reforzar las célebres palabras de Ludwig Wittgenstein “los límites del lenguaje son los límites del mundo”.

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