lunes, 8 de octubre de 2012

Salvapantallas: naturaleza 3.0



Charles Sandison, Nature morte. Galería Max Estrella.

Cristina Sanz García.

  Charles Sandison expone en la galería Max Estrella una obra realizada únicamente con tecnología. Se basa en el libro de Darwin “El origen de las especies” para dar su visión, del s.xxi, de la naturaleza y, yendo más allá, de lo que la compone.

Como espectáculo de luces sin duda alguna es sobresaliente. Muy colorido y muy visual pero yo, personalmente, no puedo llamarlo  arte. Al menos arte como lo que conocemos hoy en día. Probablemente los que no podemos apreciar en esta exposición la parte artística sea porque la concepción de obra artística no ha evolucionado en nuestras mentes  y que ahora la “moda” sea tecnología pura y dura. Pero el arte, a mi gusto, debe transmitir algo al espectador, arañar su curiosidad, y en esta ocasión no me ha transmitido nada. Sí, claro que engancha un conjunto de luces con diferentes formas y palabras que se mueven y cambian de color y si vas acompañado te diviertes pensando qué conexión hay entre cada una de ellas, pero nada más.
¿Naturaleza muerta? El único pensamiento más profundo que pude sacar es que todas esas rayas, puntos y almohadillas pueden relacionarse con las células que forman a los seres vivos, pero no sentí que estuviesen muertas… Es más, el movimiento transmite viveza y sin embargo puede que lo que hace que fallezcan es el simple uso de la tecnología. Partiendo de este punto podemos llegar a la conclusión de que hoy por hoy la tecnología, ordenadores y televisiones, hacen que el lado humano del trabajo desaparezca y que lo innovador y funcional sean las máquinas. Es decir, que lo tecnológico sustituye a lo natural, a lo vivo, en definitiva y desde una visión antropocéntrica, lo humano.

Según voy avanzando en esta reflexión me doy cuenta de que a lo mejor el autor está consiguiendo en mí una crítica a las máquinas, pero ¿es ese realmente el mensaje que quiere dar? Desde mi muy limitado conocimiento del arte contemporáneo no sabría qué decir. No creo que nadie pueda afirmar que esta será una obra que en un futuro se perciba con total admiración por su belleza, por su técnica y por su mensaje. Incluso creo con gran seguridad que personas que visiten esta exposición sin tener previamente explicación alguna por parte del autor de por qué y para qué la hizo, se sentirán indignados e incluso estafados. Es realmente complicado para mi saber qué es y qué no es bueno en este mundo de arte contemporáneo, puede ser por obras como esta lo que me hagas dudar sobre el movimiento contemporáneo del arte.
Realmente es muy sencillo acordarte de los salvapantallas de ordenadores viendo esto. 

Podríamos concluir con que la ya mencionada tecnología  oculta, al igual que un salvapantallas, lo humano. Y que desde los primeros estudios sobre la naturaleza de Darwin, todas las posteriores investigaciones del medio no se conciben sin microscopios, sin material sofisticado y sin maquinaria adaptada al mismo estudio.  

Finalmente hago un llamado a los informáticos más creativos para que se animen y hagan “arte”.

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