martes, 9 de octubre de 2012

Ctrl+Alt+Supr


por Marcos Fernández Solís

Charles Sandison: Nature Morte
Galería Max Estrella


A primera vista, la exposición de Charles Sandison nos muestra una serie de salvapantallas de ordenador, que hubieran sido bonitos en los 80 o los primeros 90. O no, quizá tampoco, cuestión de gustos. Descartando que el artista haya tratado de fascinar nuestros sentidos con sus patrones infórmaticos aparentemente aleatorios -no sabemos cuánto tiempo habría que quedarse mirando la Butterfly para saber si se va a terminar repitiendo así que entenderemos que la idea es que no lo hace-, parece que nuestro intelecto vuelve a jugar solo.

Parece difícil interpretar la muestra de Sandison sin documentarse mínimamente sobre su trabajo y sus intenciones, en otras palabras, sin alguna clase de folleto suplementario que nos diga qué tenemos que ver. Sin leer nada previamente, vemos asociaciones entre palabras sueltas y una calavera humana, o entre formas geométricas que cambian constantemente pero guardan siempre un esquema de mariposa. A primera vista no vemos más que un juego demasiado inocente entre formas de la naturaleza y artificio electrónico. Tendremos que acudir al folleto.

Solo la pieza central de la pequeña exposición, The birth of language, parece menos lacónica, de todas formas no viene mal saber que el texto que se forma en la pared viene de El origen de las especies de Darwin, y que se contruye a partir de todos sus puntos y aparte. Los puntos y aparte no son otra cosa que un universo de píxels en movimiento, que recrean palabras sueltas que se combinan en mensajes con o sin sentido, de forma aparentemente aleatoria, dando lugar a esbozos de ideas nuevas o a simples sucesiones incoherentes.

Al leer por internet varios textos de personas más instruidas en la trayectoria de este artista escocés, observamos que todos hablan con mayor o menor profundidad sobre su obsesión por el lenguaje humano y por las posibilidades ambiguas de este, pero llama la atención una omisión que nos parece importante: vale que hable siempre sobre el lenguaje, o sobre el lenguaje como producto de la evolución como reza la nota de prensa de la galería; pero precisamente por eso no puede ser que no sea consciente de su propio lenguaje y que el hecho de que todo esté contando desde estos programas infórmaticos, basados exclusivamente en el 0 y el 1, no sea una clave de su trabajo, y creemos que lo sería incluso en el caso demencial de que él mismo no fuera consciente. Las obras cobran algo de luz cuando pensamos que recrean nuestro concepto de mariposa a base de algoritmos montados exclusivamente sobre Sí o No, o cuando vemos que nuestras palabras aparecen en un orden aleatorio dictado por el programa. Esta perspectiva sí nos lleva a una reflexión sobre la evolución del lenguaje, pues al fin y al cabo es Charles Sandison el que ha decidido comunicarse de esta forma con nosotros, o al menos lo ha intentado.

No hay comentarios:

Publicar un comentario