DUALIDAD
Marco
Torres Romero de Ávila
Nature
morte. Charles Sandison.
Galería
Max Estrella. Madrid (Chamberí)
A lo
largo de los meses de este otoño podremos disfrutar de la
interesante última exposición de Charles Sandison, la cual se
encuentra en la galería madrileña Max Estrella. Tras algunos años,
el autor escocés, que vuelve a exponer en solitario en España tras
algunos años, con un ejercicio intelectual y complejo, tanto en el
plano conceptual, como en el visual.
Hablamos
de un proyecto site-specific -el entorno arquitectónico está
condicionado por las características de la galería-, lo cual sirve
como trampolín para que Sandison muestre su obra y juegue con sus
posibilidades.
Así,
entontramos que el conjunto de la exposición queda conformado por
hasta 4 obras individuales, pero interrelacionadas entre sí.
Hablamos
en este caso de un trabajo de vídeo-instalación: todo son
proyecciones salidas de un soporte informático y plasmadas en los
muros, techos, suelos, esquinas, en los propios espectadores.
El
autor, que en alguna ocasión ha comentado que sus obras son
“murales”, o que él se dedica a “colgar palabras en la pared”,
queda más implicado aún, al ser el propio creador y diseñador de
los programas (basados en algoritmos que utilizando nociones como la
de simetría, inducción voluntaria de error, etc..) responsables de
las fantásticas proyecciones.
El
esconcés continúa tratando con el lenguaje y los conceptos como
temática esencial, lo cual ha sido recurrente en su carrera, y
siguiendo el cada vez más escaso legado de Jenny Holzer.
Sin
embargo, sería erróneo negar el salto en calidad y complejidad que
supone esta Nature morte
dentro
del catálogo del artista, puesto que la diversidad y la cantiad de
posibilidades que nos presenta tanto a nivel técnico, como
emocional, o en cuanto a forma, son innumerables.
Destaca
la obra central y crucial del conjunto The
birth of language,
donde se nos descubre el lenguaje como un organismo tan vivo como
cualquier animal o planta, si no más; cada vez que lo empleamos,
cada vez que lo usamos erradamente, lo estamos creando y destruyendo;
mejorando y modificando, lo cual podría dar lugar a muchos otros
interrogantes, pero no, la cosa no es así de simple, sino que
combinando: 1) el propio concepto y forma de las proyecciones de la
estancia, con sus cambios totalmente variables y arbitrarios, que la
hacen cambiante y susceptible de ser afectada por las miles de
posibilidades a las que está expuesto cualquier otro organismo (los
programas empleados por Sandison se basan en la dinámica molecular,
y todos ellos se retroalimentan inifinitamente); 2) la mera
visualización de las formas, que recuerdan a cadenas de ADN, o
pequeños microorganismo vistos con microoscopio; y 3) el texto de El
origen de las especies,
de Charles Darwin (con el cual la propuesta de Sandison establece un
paralelismo evidente), que se encuentra proyectado íntegro, con
todas sus palabras, puntos y comas, repartidos de forma absolutamente
azarosa y desconcertándonos, se forma una compleja trama conceptual
y abstracta que nos conduce a muchas otras preguntas y lecturas
diferentes.
Además,
todo el conjunto presenta una dualidad muy evidente y atractiva, a
saber: realidad/realidad virtual, subjetividad/determinación,
evolución/creación (dado el papel de Creador, y casi divino que
ejerce Sandison en su elaborada instalación); orden/caos,
vida/muerte (que al fin y al cabo, no es sino una parte natural y
complementaria de la vida).
No
obstante, sigo pensando que la obra puede plantear muchísimos otros
dilemas y retos aparte de estos, lo cual me parece perfecto. Nota
alta para Sandison por esta, su última Creación.
PD:
En el aspecto estético y visual, que casi he obviado, decir que
todas las proyeccoines resultan llamativas, absorbentes, relajantes.
No hay comentarios:
Publicar un comentario