martes, 16 de octubre de 2012


UN NUEVO LENGUAJE

Sara Pérez Alcalde

Espectros de Antonin Artaud. Lenguaje y arte en los años cincuenta.
Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía.


En esta exposición se nos presenta el trabajo de varios artistas de diversos países, como Francia, Brasil o Estados Unidos, todos ellos con algo en común: su técnica y su destreza de transmitir sensaciones en el arte por medio del lenguaje. El movimiento al que pertenecen, llamado letrismo, fue fundado en 1946 por Isidore Isou y Gabriel Pomerand, dos de los artistas que encontramos en esta exposición.

Tras la Segunda Guerra Mundial, los letristas buscaron la manera de que la poesía, las letras, y el lenguaje en general, tuvieran un nuevo significado, consiguiéndolo mediante la combinación de elementos hebreos, chinos, escritura jeroglífica, e incluso signos inventados por ellos mismos. En ocasiones, este conjunto de simbolismos se llegaba a combinar con otros objetos y dibujos. Para los letristas, la invención de este nuevo lenguaje, llevaba consigo un nuevo orden social.

Uno de los autores representado en esta muestra es Maurice Lemaître. En una de sus obras observamos, sobre un fondo negro, el interior de una iglesia. En la parte central podemos apreciar una horca con un crucifijo colgando de ella,  y bajo esta composición, se nos muestra un triángulo formado por la frase en francés Jesús es un profeta falso, esperamos al Mesías que recoge un círculo que resulta ser el rosetón de la iglesia. Esta imagen hace recordar el “Ojo de Dios”, el “Tercer ojo”, interpretado como la representación de los ojos de Dios que velan por la humanidad.

De Gabriel Pomerand se nos presentan dos obras en las que aparecen figuras humanas realizadas con líneas rectas y de color negro, y tridentes a modo de extremidades. Parece que pidan clemencia o que estén sufriendo.

De Antoni Artaud solo se exponen dos obras, en las cuales aparecen dibujos y figuras sin sentido junto con frases escritas en francés.

Sin embargo, el letrismo no sólo utiliza como forma de expresión letras y dibujos, sino cualquier tipo de forma artística, como la música, el cine, etc.  De aquí que en la exposición aparte de grabados, también se nos presenten manuscritos, carteles, partituras o películas. En una de las salas de audición, por ejemplo,  se proyectan unos poemas de Décio Pignatari y Haroldo de Campos, ambientados con la grabación de voz  de Edgar Varèse.

En general, la muestra transmite energía, rebeldía, inconformismo, un “romper” con lo previamente establecido. No se trata simplemente de arte basado en la organización de letras y signos diversos, sino el intento de crear una nueva forma de expresión (posiblemente las obras esconden pensamientos altamente subjetivos acerca de política, economía, filosofía… que a nosotros se nos escapan a simple vista precisamente por ser individuales y personales de cada autor). Es una nueva forma de plasmar el pensamiento. La manera que encuentran de transgredir las formas pisoteando la norma. Posiblemente fue el arranque de una nueva manera de enfocar el arte hacia nuevos caminos.

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