martes, 16 de octubre de 2012

Batiburrillo


Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía.
Espectros de Artaud

Cristina Sanz García


Compartir y comprender la visión, no solo del arte, sino del mundo y de la vida en general que tenía Antonin Artaud no es cosa fácil. Intentar adentrarnos en una mente tan compleja y sacudida por duros golpes es imposible. Pero el sentimiento, el sentimiento que se intenta reflejar es algo que, si indagamos, podemos llegar a entender.
Guerras, pobreza, enfermedades, privación de libertad y hostilidad. Son cosas que le fueron sucediendo y que de una manera u otra el sintió la necesidad de sacar y qué mejor forma que el arte; pero el arte en todos sus ámbitos, ya que Artaud era un personaje un tanto polifacético. Por tanto inspirará a todo tipo de artistas con su particular visión y vanguardia surrealista.
Es en el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía, donde se nos propone una exposición sobre la relevancia de Antonin Artaud bajo el título de “Espectros de Artaud”. Muy bien escogido, a mi gusto, ya que él mismo vivía encadenado a una serie de espectros. Pero realmente lo que se nos expone son obras de diferentes artistas y diferentes “palos” (cine, fotografía, música, pintura,...) lo cual puede resultar pesado, por la carga de información que alberga.
Hay obras que pueden sugerir más y otras que no sugieran nada, que incluso te provoquen rechazo. Tampoco podemos negar que algunas de las obras parecen garabatos, incluso que son garabatos y para mí son inconcluyentes y algunas de ellas indignantes. Pero en cambio otras verdaderamente te cautivan.
He de decir que gracias a esta exposición he podido darme cuenta de que hasta ahora solo había pensado que la pintura y la escultura podían hacer que me sintiera estafada o que no lo considerara arte sino un timo, pero el sonido y el cine también pueden provocar esa sensación como pude comprobar en una pequeña sala oscura con sillones y auriculares donde cada uno de ellos reproducía algo que sinceramente no sé como denominar, si sonido, ruido o música. No es necesario crear una canción mala, tal y como lo conocemos ahora, para crear una bazofia sonora. Sin embargo en las filmaciones que había reflejan algo más real, transmitían un sentimiento o un mensaje, surrealista, pero al fin y al cabo un mensaje.
Como recomendación a todo aquel que vaya a verla diré que tengan paciencia y que sientan curiosidad. Id con la mente abierta. Y lo más importante es que si no habeis entendido nada o casi nada, una vez en casa buscad información, interesaos por querer entenderla y sobre todo conoced la biografía básica de Artaud. Tal vez así se comprenda mejor, o no... porque realmente era una mente enredada.
Finalmente, dejando a un lado a Artaud y centrándome en el resto de autores que allí aparecen, no puedo posicionarme en un sí o un no rotundo. Tal vez, ¿por qué no?. Es surrealista ¿y qué? ¿Solo el arte es surrealista? No. Los únicos fuera de lo real somo los humanos, al fi y al cabo somos los “dueños” de todo esto. 

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