martes, 16 de octubre de 2012

la belleza de lo horrible



LA BELLEZA DE LO HORRIBLE




P. Victoria García Rodríguez
Espectros de Artaud”
Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía (edificio Nouvel)




En el edificio Nouvel se encuentra actualmente una importante recopilación de artistas del mundo influenciados por el gran Antonin Artaud, nacido en París en los años 50 y conocido más bien por su obra literaria y teatral que por su obra en el campo de las artes plásticas.

Los artistas que exponen sus obras aquí se caracterizan por acercarse al arte de una manera diferente, centrándose en su lado absurdo e irreal por lo que se apartan totalmente de convencionalismos y provocan al espectador a través de la negación y la destrucción de las normas básicas de diferentes disciplinas: la poesía, el cine, el teatro y la fotografía.
El poeta Isidore Isou , fascinado por el dadaísmo, rompe todos los esquemas del lenguaje, fundando en los años cincuenta un movimiento que daría mucho que hablar y al que se unirán numerosos artistas de Francia, Estados Unidos y Brasil. Para “entender” su obra, completamente inusual, abstracta y surrealista, cabe mencionar antes de nada, los nueve años de vida que este autor pasó en un psiquiátrico. Muestra un odio manifiesto por técnicas como el electroshock y alude a que los médicos confundían su arte con locura.

Empezando por el séptimo arte, se proyecta en la sala la película “Traité de bave et d'éternité” perteneciente al género del cine discrepante que consiste en la separación de la palabra y la imagen aludiendo a la impotencia de la imagen en comparación con el poder de la palabra y utilizando planos girados 180º grados, y alteraciones en la imagen. Esta película fue premiada en el Festival de Cannes, criticada por algunos y defendida por otros, entre ellos Jacques Cocteau. Maurice Lemaître crea algo parecido criticando de forma brutal el cine convecional de esa época . Esto de lo original es muy interesante únicamente en Artaud y sus cuadros repletos de simbolismos, formas geométricas..creando un nuevo concepto de vanguardia, siempre con el eslogan de “Nunca real y siempre verdadero”. Pasa a ser aburrido y repetitivo en la presentación de numerosos cuadros hipergráficos que unen lo visual y lo verbal de Gabriel Pomerand. A medida que vamos avanzando por las salas va subiendo el nivel de surrealismo y locura del arte, y se busca la belleza de lo grotesco, polémico y caótico.

La “Escuela de Artaud” llega hasta un colegio americano: el Black Mountain College. Allí se juntan artistas variopintos como John Cage (“Obra teatral 1”), el pianista David Tudor que colabora con el anterior, la escritora Marie Caroline Richards... las fotografías de la profesora Hazel Larsen Archer, todas en blanco y negro y con un increíble poder de expresión, denotan la expansión de la vanguardia en territorio americano.

La corriente también llega a brasil de la mano de Lygia Clark, Ferreira Gullar o Hélio Oiticica y la creación de poesía abstracta y cubismo en pintura. Además salen a la luz movimientos antipsiquiátricos debido al internamiento de Isou y Artaud documentados a modo de epílogo con entrevistas.
Me quedo con el legado vanguardista de estos maestros de lo abstracto, aunque se nota el artificio de algunos.. pero como decía Baudelaire: “Esta vida es un hospital en el que cada enfermo está poseído por el deseo de cambiar de cama”.



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